En mis clases de flamenco para adultxs en Victoria Artillo, flamenco y emociones son dos elementos que van siempre de la mano.
Muchas veces olvidamos que somos seres emocionales capaces de sentir una variedad enorme de emociones sin ser conscientes de ello.
Flamenco y emociones
La educación emocional y el conocimiento de nuestras emociones han estado siempre relegados a un segundo plano en el desarrollo del individuo. No obstante, las emociones determinan nuestras decisiones y hasta conducen nuestras vidas.
Por tanto, el desarrollo de competencias emocionales se hace necesario en tanto que, saber identificar la emoción, qué se siente, y saber reaccionar adecuadamente ante ellas, facilita la reflexión sobre nuestros sentimientos y emociones, nos ayuda a comprender cómo afectan a nuestra persona, e invita a exteriorizarlo.
La danza flamenca es un medio perfecto para canalizar las emociones y generarlas. A través de la expresión corporal se pueden liberar energías y actitudes, suponiendo ésta un soporte básico para el desarrollo de una autoestima saludable.
Cuando estamos bailando dejamos de pensar, estamos en el presente y entramos en conexión con el tiempo y el espacio, centrando la mente y las emociones en ese momento único.
Es una forma de meditación activa que también nos ayuda a soltar adrenalina.
El flamenco es un arte expresivo de la experiencia emocional porque invita a cada participante a fluir con su propio sentir, emociones y experiencias de vida, relacionándolos con los distintos palos del flamenco.
Cada palo flamenco está asociado a una emoción en particular
Algunos de los palos flamencos a los que se les puede relacionar con una forma de sentir de manera muy clara pueden ser: la petenera, asociada a emociones negativas y sentimientos de impotencia; la soleá, relacionada al estado de soledad y bloqueo de la persona; la seguiriya, que expresa dolor o sufrimiento; las alegrías, que transmiten emociones de alegría, seguridad y relajación; los tientos, caracterizados por su aspecto más optimista y esperanzador; y las bulerías, conocidas por su gran sentido del humor.
En este sentido, en clases de danza flamenca se pueden trabajar todo tipo de formas de sentir como pueden ser: la rabia, taconeando con fuerza, la falta de seguridad enseñando posturas que saquen la presencia y la elegancia o la pena, a través de movimientos que permitan sacarla y transformarla en alegría.
¿Por qué no vienes y pruebas el flamenco y las emociones en Victoria Artillo?
Teresa Núñez, profesora de Flamenco en nuestro Estudio.