Nuestros mejores deseos para el nuevo curso que comienza en el Estudio de Danza&Música Victoria Artillo.
Comenzar un nuevo curso siempre está cargado de nervios, de ilusión, de propósitos y objetivos. Este año es más especial si cabe porque muchos alumnos/as llevan sin bailar y vernos desde el mes de marzo, porque volvemos con muchas experiencias vividas en este tiempo y porque nos hemos tenido que adaptar a una nueva normalidad.
Bailar, cantar o tocar un instrumento puede levantarnos el ánimo y aportarnos sensación de libertad, de manera que pueda ayudarnos a superar esta época tan difícil. Poder contar con una distracción que no solo te hace sentir bien sino que es una actividad integral resulta aún más atractivo y valioso. Además se puede convertir en un tiempo para atendernos a nosotros mismos, cuidarnos, disfrutar y desconectar. Por eso, queremos que los/as alumnos/as que están acostumbrados a bailar no dejen de hacerlo y que aquellas personas que se incorporan por primera vez descubran los beneficios que aportan nuestras actividades y se sientan identificadas con ella.
Nuestros mejores deseos en el Estudio Victoria Artillo
Es momento de adaptarse, sin miedo, simplemente tener ganas de aprender, disfrutar y seguir bailando siendo responsables, entre todos/as todo será más fácil.
Margarita Claudio, coordinadora del Estudio.
De este curso 2020/2021 sobre todo espero que la motivación, las ganas y la ilusión sean persistentes en el tiempo para que así mis alumnos/as y yo disfrutemos en profundidad del proceso enseñanza-aprendizaje. Además espero que se nutran de los beneficios que la danza proporciona a nivel mental y físico y sepan emplearlos en su día a día.
De modo que reciban así una enseñanza completa y de calidad.
Marina Torres, profesora de Danza Española.
Este año lo retomamos con muchas más ganas e ilusión, si cabe. Creo que va a ser un año de cumplir muchos objetivos y trabajar duro para que nuestros alumnos/as cada vez sean más profesionales. Queremos que los alumnos/as vengan a aprender y disfrutar a través de la danza una experiencia bonita, gratificante y positiva.
Jessica Pardo, profesora de Danza Clásica y Moderna.
A nivel personal, la inclemencia de la nueva situación me ha hecho vivir la danza desde un sentido liberador. Esto me ha obligado a recapacitar y a pensar en nuevos mecanismos de aprendizaje para la danza basados en el bienestar, la salud mental y física de mis alumnos/as y en una técnica más precisa y consciente para ellos/as.
A nivel técnico, mi intención no es otra que transmitir a los/as alumnos/as el flamenco en su máxima esencia, ahondar en la estructura del flamenco, trabajar palos nuevos, mejorar su dominio corporal, trabajar más a fondo la interpretación, enseñarlas a personalizar su baile y canalizar la energía y dotarles de recursos de improvisación acordes a su nivel, despertando el afán de esfuerzo y superación. Pero sobre todo, lo que pretendo este curso es hacer de mis clases un espacio donde podamos divertirnos y contagiarnos de buen rollo entre todos/as.
Teresa Núñez, profesora de Baile Flamenco.
Lo que mas deseo y espero de este nuevo curso es que podamos seguir bailando. Han sido unos meses muy duros y es cuando me he dado cuenta de lo importante que es el baile en mi vida. Jamás he estado tanto tiempo sin bailar y espero que a partir de ahora no volvamos a parar. De mis alumnas espero que se sigan contagiando de este maravilloso arte, en la parte que me toca, seguir haciéndoles revivir en clase la autenticidad del baile por Bulería y acercarles lo que pueden encontrarse en una juerga flamenca.
De mis compañeras, del equipazo de Victoria Artillo, lo que espero es seguir haciendo piña y aunando fuerzas para ofrecer lo mejor de todas, aprender de ellas y seguir creciendo tanto artística como personalmente.
Marina Aranda, profesora de Bulerías.
Ser docente de canto es una responsabilidad y un regalo, y como tal lo asumo. No creo que todo lo que nos ha pasado haya que obviarlo ni enmascararlo, sino transformarlo en música y expresarlo cantando. Todos hemos cambiado. El docente cambia y evoluciona improvisando en cada momento, simultáneamente con el alumno, con sus necesidades.
Así me enfrento yo a este nuevo curso, en paz, en armonía y ganas, como un libro en blanco para escribirlo junto a ellas… somos olas que llegan y se dejan arrastrar por sentimientos. “No canto para ser feliz, soy feliz porque canto” (Willian james).
Rocío López, profesora de Canto.
Hasta aquí nuestros mejores deseos en Victoria Artillo, y tú, ¿qué esperas de este curso? Déjanoslo en comentarios.